Lenzerheide Motor Classics 2025: Una poderosa demostración de lo que son capaces de hacer los coches clásicos
Del 13 al 15 de junio se celebró la duodécima edición del Lenzerheide Motor Classics. En este festival del automovilismo, repleto de carreras y exhibiciones, los espectadores pueden ver de cerca los vehículos y experimentar la potencia de estas máquinas clásicas. streetwheelz1 estuvo en el paddock y en la pista para compartir sus impresiones.

A solo media hora en PostAuto desde Chur, la meseta de Lenzerheide-Valbella (1500 m sobre el nivel del mar) se encuentra idílicamente enclavada en los Alpes de los Grisones. Este destino vacacional suizo es uno de los favoritos de los amantes de las vacaciones activas. Durante los meses más cálidos, muchos ciclistas de montaña utilizan el teleférico para subir al Parpaner Rothorn. Los veleros navegan por el lago Heidsee.

En este pintoresco escenario se encuentra el corazón del evento. Los espectadores encontrarán puestos de comida y carpas en el aparcamiento. Un puente peatonal cruza la pista y conduce directamente al paddock, ubicado en largas carpas. Una gran ventaja es que, con el debido respeto, los visitantes pueden observar de cerca todos los preparativos e inspeccionar los vehículos. Los motores rugen de vez en cuando mientras se prueban o calientan. Los mecánicos están ocupados haciendo ajustes. Algunos compartimentos del motor se abren, revelando el corazón de la máquina. En algunos coches de Fórmula, incluso se retiran los paneles de la carrocería. Aquí les esperan experiencias e impresiones verdaderamente únicas.

(Imagen de un vídeo de streetwheelz1)
El circuito que rodea el bosque tiene 2450 metros de longitud y está repleto de curvas. Especialmente la pronunciada curva a la derecha cerca de la línea de salida resultó complicada durante la primera carrera del sábado. Un Ford Anglia 10SE (1959-1968) perdió el control y chocó contra el guardarraíl. Afortunadamente, el piloto logró salir ileso, aunque el coche tuvo que ser rescatado por los bomberos debido a los importantes daños en la carrocería.

Fue en esa misma curva complicada donde varios otros clásicos levantaron brevemente sus ruedas. Pero eso es precisamente lo que hace que la carrera sea tan espectacular. Justo detrás de las barreras, mientras los coches pasan rugiendo, el sonido es ensordecedor. Se siente la fuerza, la vibración, la ráfaga de aire. Es a la vez impresionante y emocionante. Uno solo puede imaginarse lo que se siente al conducir. En el paddock, una conversación fue algo así como: «¡Buena suerte!», le deseó un amigo a un piloto. El piloto respondió con indiferencia: «Gracias, pero aún no es hora». Pero eso no se notó en la pista. Desde la perspectiva de un espectador, parecía que estaban superando los límites. Su precisión y control con estas potentes máquinas eran impresionantes.

Este evento demuestra una cosa sin lugar a dudas: los coches clásicos no son lentos.
Pueden ser brutales, ruidosas y desafiar los límites. Estas máquinas no solo transmiten historia, cuidado y atención al detalle, sino que también tienen una potencia increíble.

No solo los autos de Fórmula como el Chevron B19 (aprox. 1971-1972) lo demostraron, sino también muchos otros clásicos icónicos de la historia del automovilismo, entre ellos: Ford Escort (aprox. 1968-1975), Toyota AE86 (1983-1987), Alpine A110 (1962-1977), Porsche 911 (aprox. 1964-1973), Alfa Romeo 155 (1992-1998), Ferrari 208 GT4 (1975-1980), Mercedes-Benz SSK (1928–1932), Jaguar XK120 Roadster (1948–1954), Porsche 914 (1969–1976).

Queda una pregunta: ¿Qué es exactamente un clásico? Si bien la definición oficial sitúa a los «oldtimers» en los mayores de 30 años y a los «youngtimers» en los de entre 20 y 29, la diferencia se difumina. Es cuestión de perspectiva. Al fin y al cabo, cada coche de hoy es un clásico del mañana. Cuando un coche deja de fabricarse, pasa a formar parte de la historia. Por eso, era lógico que varios modelos más recientes se unieran a la mezcla: un trío de Porsches acaparó la atención: un 911 GT3 RS de color neón (desde 2022), un 911 GT3 Cup (991.2, 2017-2020) y un 911 GT3 Cup (997, aprox. 2006-2012). Otros favoritos del público fueron un KTM X-Bow (desde 2016), un Corvette ZR1 (2009-2013) y un Ferrari Italia (2009-2015). Si solo has visto Lamborghinis circulando tranquilamente por Zúrich, fue emocionante ver por fin uno desplegándose. Un Lamborghini Aventador SVJ dorado (2018-2021) te brindó esa experiencia.

Un punto culminante fue el desempeño dinámico de un Nissan 350Z (2002-2009) y un BMW M2 (2015-2021): Juntos, realizaron un espectacular ballet de drifting. Chirriando, rugiendo, rugiendo, en perfecta sincronía, dejaron elegantes marcas de neumáticos en el asfalto, trazando arcos que parecían bocetos de geometría.

Lenzerheide Motor Classics es sin duda un evento de acción intensa: con ruido extremo, olor a combustible y goma quemada, neumáticos chirriantes y motores rugientes. La pasión por las grandes máquinas no tiene edad.
Acerca de Lenzerheide Motor Classics:
El Lenzerheide Motor Classics se celebra anualmente desde 2011 y cuenta con el circuito cerrado más alto de Europa. Participaron alrededor de 250 vehículos.
El programa duró tres días. El viernes por la tarde, a las 18:00, un desfile condujo los vehículos desde el paddock hasta Lenzerheide. El sábado y el domingo se centraron en las carreras, con varias categorías en pista:
«Pequeño pero feroz», «Coches GT y de turismo», «Motocicletas», «Coches deportivos de fórmula y abiertos», «Salvaje y maravilloso» y un grupo local de coches antiguos con talleres regionales.
Sitio web: https://www.lenzerheidemotorclassics.ch